En el vídeo Manuel hace un repaso a alguna de las herramientas que se encuentran en la Caja–dispositivos de escucha, geografías de aprendizajes, modelos de organización–y nos invita a imaginar el diseño de un futuro Plan de Urbanismo a partir de las necesidades y capacidades que las herramientas de la Caja nos permiten documentar.
Os dejamos con el vídeo. Apenas son 7 mins. ¡No dejéis de verlo!
La Caja de Herramientas nace de una conversación extendida y coral que hemos mantenido a lo largo de los últimos años con multitud de colectivos, espacios e iniciativas ciudadanas madrileñas. La presencia y el compromiso que unas y otras han desplegado sobre la ciudad, las miradas y los lazos con los que han ido tejiendo y tramando complicidades y complejidades, las herramientas y los aprendizajes con los que se han hecho cargo de una ciudad deseada pero también necesitada; todo ello nos invitaba a dar cuenta y traer a la luz ese cúmulo de saberes tácitos, de apaños y acompañamientos con que sus habitantes han venido construyendo una ciudad más cálida, más jovial, más justa.
La Caja de Herramientas ofrece un inventario de esos saberes y aprendizajes. Nuestro propósito no es tanto, o no sólo, ofrecer una suerte de ‘recetario’ de esas herramientas, como dar cuenta de las complicidades que son necesarias para hacerse cargo de la complejidad de nuestras ciudades hoy: las complicidades de la complejidad con las que las iniciativas dibujan y sostienen los deseos y las imaginaciones de una ciudad futura.
No nos ha resultado sencillo organizar esta Caja de Herramientas. De un lado hemos intentado ofrecer un recuento práctico de diseños, utillajes y metodologías que han resultado de provecho a las iniciativas que conocemos: recursos, orientaciones, tecnologías o ensamblajes que sabemos se han mostrado ‘útiles’ allá donde se han usado, y que nos gustaría creer pudieran servir a otros proyectos en otras circunstancias.
Al mismo tiempo aspirábamos con esta Caja de Herramientas a trasladar también algo de los sueños y las ilusiones, de la alegría y el compromiso, que atraviesan y mueven a las iniciativas. Aspirábamos, por tanto, a encontrar un vocabulario con otros vuelos que los de la estricta practicidad o utilidad. Queríamos hablar de herramientas, sí, pero también de ensoñaciones, deseos y amistades.
La Caja de Herramientas es un borrador, como todo lo que proponemos desde Ciudad Escuela. A otros les tocará abrir la caja, y seguir abriendo estas y otras herramientas.
Aprovechando el lanzamiento de Ciudad Huerto hemos hecho algunas mejoras en Ciudad Escuela:
Sistema multiemisor
Ahora cualquiera puede ser emisor de badges usando Ciudad Escuela. Por ahora hay tres emisores: 15muebles, Ciudad Huerto y n’Undo. Esperamos que la lista vaya creciendo.
Los sistemas de notificación de solicitud y de emisión de badges se han actualizado para que cualquier emisor pueda revisar y conceder badges fácilmente.
Sistema de mensajería para comunicarse con los emisores
Ahora que 15muebles no es el único emisor de Ciudad Escuela, las personas interesadas en los badges tienen que tener línea directa con el emisor correspondiente. Para ello hemos desarrollado un sistema para hacer llegar mensajes a los emisores desde la página de su perfil en Ciudad Escuela. Si el emisor lo considera oportuno, la comunicación podrá establecerse, tras el primer mensaje por correo electrónico.
Sistema de versiones para badges
Los badges evolucionan como el código que son, puede incorporar nuevo material, ampliar su contexto. En cualquier caso hay que guardar un control de las versiones para que las personas que obtuvieron el badge antes de su actualización, sigan pudiendo acceder al contenido exacto de ese momento.
El sistema de versiones permite también que las personas actualicen su badge: revisen lo que ha cambiado, valoren si les interesa y soliciten la nueva versión.
En ningún caso una versión de un badge resta validez a las anteriores.
Con la incorporación del itinerario Ciudad Huerto hemos actualizado dos badges de los existentes:
El presente texto es el borrador de una conferencia pronunciada en el II Congreso Internacional del Maestro Investigador en la Universidad Pontificia Bolivariana, marzo de 2015 (Medellín, Colombia). El artículo describe Ciudad Escuela como una infraestructura de aprendizaje que despliega las condiciones para experimentar y aprender nuevas formas de habitar la ciudad, me refiero a ello con la noción de pedagogías (urbanas) en beta, con la cual trato de señalar cómo esas formas de aprendizaje pugnan por liberar las capacidades pedagógicas de la ciudad.
¿Dónde es posible aprender a hacer ciudad?, ¿cuáles son las infraestructuras y conocimientos necesarios?, ¿qué significa, en última instancia, aprender ciudad? En este texto describo un proyecto de intervención urbano llamado Ciudad Escuela, una infraestructura de aprendizaje que despliega las condiciones para experimentar y aprender nuevas formas de habitar la ciudad e intervenir en ella; tomando inspiración del software libre el proyecto propone un ensayo de lo que designamos como pedagogía urbana de código abierto. Ciudad Escuela es, sin embargo, un producto de su tiempo y un efecto de las formas de intervención material en la ciudad que ciudadanos, vecinos y habitantes de la ciudad han desarrollado en Madrid en los últimos años. De un lado a otro del globo proyectos de intervención material en la ciudad traen a la existencia nuevas formas de relacionarnos con la urbe al tiempo que exploran nuevas expresiones para el derecho a la ciudad, modos de intervención material que dotan a la calle de nuevas capacidades y a sus pobladores de nuevas habilidades.
Imagen de la #AcampadaSol Puerta del Sol en mayo de 2011 (Julio Albarrán).
Hay algo antiguo en esa manera de relacionarse con la ciudad, porque ciertamente sus habitantes han intervenido siempre en su diseño, en tiempos de guerra y en tiempos de paz, mediante barricadas insurgentes o a través de huertos pacificados. Pero hay también algo nuevo pues muchos de estos proyectos no pretenden únicamente mejorar las dotaciones del barrio, modificar el equipamiento urbano o resolver los problemas de la casa con apaños. Sin quitarle importancia a esas intervenciones, estos proyectos tratan de reconfigurar las condiciones de nuestra vida en común, un ejercicio tentativo que busca reinventar nuevas formas políticas y componer un mundo distinto. Pero no lo hacen a través de la propuesta sosegada ni la protesta agitada sino mediante un ejercicio de composición material creativa de la ciudad. Si bien es posible pensar en ellos como reinvenciones de la política o reconfiguraciones del urbanismo, mi intención es destacar la condición pedagógica y los aprendizajes que tienen lugar en esas intervenciones urbanas. Para ello me refiero a dos proyectos que dan cuenta de esa manera de intervenir en la ciudad, iniciativas donde los ciudadanos están experimentando con la ciudad mientras aprenden a habitarla en nuevos términos. Las iniciativas que describo toman inspiración de la cultura libre y tratan de emplazar en la ciudad esa idea según la cual el conocimiento debería circular libremente. Mi intención última es introducir la noción de pedagogías (urbanas) en beta, un concepto con el cual describo los ejercicios tentativos y los aprendizajes experimentales que acompañan a esas maneras de hacer ciudad.
Transitamos por ella y la recorremos. Memorizamos sus nombres y localizamos sus lugares. La fotografiamos, la narramos y ocasionalmente la exploramos. Propia o ajena, la ciudad nos convoca cotidianamente a desplegar mil y una prácticas en nuestra relación con ella. ¿Podemos incluir el aprendizaje? ¿Cómo sería aprender la ciudad? Más aún, ¿cómo sería tornar la ciudad en espacio de aprendizaje? Ciudad Escuela pretende responder a esa pregunta a través de una propuesta de pedagogía urbana abierta. Un ejercicio colectivo que participa de esas nuevas sensibilidades urbanas que han emergido en los últimos años en la ciudad de Madrid. Ciudad Escuela despliega una trama de itinerarios de aprendizajes, propuestas conceptuales y ejercicios prácticos de intervención material que se localizan en sitios donde creemos que se están alumbrando nuevas forma de imaginar y practicar lo urbano, una ciudad distinta. Queremos pensar en Ciudad Escuela como una infraestructura pedagógica que hace de la ciudad un objeto de aprendizaje y, simultáneamente, el lugar donde se emplaza una forma de pedagogía abierta.
Today we are delighted to launch a project that has long been in the making. We have called the project Ciudad Escuela and have rather ambitiously dubbed it the first open-source urban pedagogy in the world. It is the outcome of a most fruitful and exciting collaboration with Domenico di Siena, Alfonso Sánchez Uzábal, Basurama and Zuloark.
There is no better place to get a sense of what the project is about than roaming about the website itself, but for the sake of English readers I offer here a brief description of the rationale of the project and our hopes for it.
We might translate Ciudad Escuela roughly as ‘The City as School’. It is an attempt at designing an open-source urban pedagogy: What would a city look like if reimagined as a pedagogy sourced (open-sourced) on grassroots and community projects?
Ciudad Escuela is built using Mozilla’s Open Badges technology (http://openbadges.org/). Briefly put, Open Badges have been designed by Mozilla to help people learn skills that might otherwise not easily be ‘verified’ in the age of the Internet. Although Badges can be put to many different uses, they are particularly useful for showcasing pedagogical capacities that escape the disciplinary and normative canons of traditional schooling systems.
Badges are of course ideal for experimenting with in an urban context. From urban community gardens to dérives, from protest camps to Occupy assemblies, from free and open source Wi-Fi networks to recycling communities, urban projects are pregnant with relational capacities through which people learn to turn their cities into more hospitable and sustainable environments.