Una infraestructura abierta es aquélla cuyo ‘código’ es abierto para que otras personas puedan aprender de él, puedan replicarlo o incluso contribuir a mejorarlo.
Esa apertura nos invita a repensar el mobiliario urbano: sus usos y capacidades, pero también sus potencialidades, cómo abrirlo y engarzarlo con otros equipos, otras personas, otros espacios, otras relaciones urbanas.
Abriendo el diseño de las infraestructuras que amueblan la ciudad abrimos, por tanto, la conceptualización misma de la urbe: qué usos pueden tener y queremos que tengan los espacios, qué queremos hacer con ellos; cómo queremos situarnos respecto de los objetos y tecnologías que pueblan la ciudad, respecto de su gobierno y gestión. La apertura de las infraestructuras abre la conceptualización, los sistemas técnicos y las formas de hacer política en la ciudad.
El badge nos invita a pensar y situar las infraestructuras abiertas en una genealogía más amplia de las formas y dinámicas urbanas: desde las ciudades-cyborg a los sistemas metabólicos, pasando por el ‘derecho a la ciudad’ y los procomunes urbanos, o el llamado ‘urbanismo del sur’, hasta llegar a un incipiente ‘urbanismo experimental’. Las ciudades en beta son tales escenarios experimentales, donde las personas y los sistemas urbanos se infraestructuran mutuamente.
Cómo ganar el badge
Para obtener el badge es necesario asistir al seminario ‘El derecho a la infraestructura‘. Los asistentes deberán, a su vez, desarrollar un breve esquema del ‘marco experimental’ de al menos una iniciativa ciudadana de la que participan. La noción de ‘marco experimental’ se explicará durante el seminario.
El esquema a entregar puede asumir distintos formatos: un texto en un blog (en el blog de la misma iniciativa ciudadana, por ejemplo); una presentación pública en Prezi o Scribd; un vídeo; un ensayo fotográfico; etc.
Una vez elaborados y publicados podéis notificárnoslo a: acorsin(arroba)gmail.com